Cuando estás enamorada, sonríes por cualquier cosa: Sonríes, aunque te haya caído alguna asignatura;Sonríes aunque tus amigas te odien; Sonríes aunque tu vida no sea perfecta, pero si está él, lo demás te da igual. Sonríes hasta que esa felicidad acabe. En ese momento, para tí todo es gris y oscuro; triste y doloroso y no tienes otra opción que llorar... Después de llorar, recurres a la opción de decirte a tí misma de que 'eres fuerte y podrás con ello', aunque sepas que no vas a poder o que te va a costar demasiado. Y si consigues levantarte del suelo, caes. ¿Sabes porqué caes? Porque aún tienes esas heridas profundas marcadas en la piel; aún tienes esos recuerdos en tu mente; aún tienes lágrimas por derramar... Entonces, la mayoría de los casos, haces que tus lágrimas salgan de tus ojos y te quedes en el frío y duro suelo, esperando a que alguien te eche una ayudita con esto...
Caerás tantas veces como tantas veces has sonreído y saltado. Llorarás tantas veces como cuando la lluvia cae en invierno... te enfadarás como cuando la marea se levanta, y después de la tempesta, saldrá el sol ...
tequiero tanto, que lloro por tí.
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